"Pero si hay un estado en el que el alma encuentra una base lo bastante sólida para reposar por completo y reunir en el todo su ser, sin tener necesidad de recordar el pasado ni de franquear el porvenir; donde el tiempo no sea para ella, donde el presente dure para siempre sin marcar, no obstante, su duración, y sin ningún rastro de sucesión, sin ningún otro sentimiento de privación ni de goce de placer ni de pena de deseo ni de temor, más que el de nuestra existencia, y que ese solo sentimiento pueda llenarla por entero; en tanto ese estado dure, quien se encuentre en el, puede decirse feliz."
Esto se lo dije a unos ojos cafés, a los pies de un prolífico árbol, uno de mis momentos preferidos en mi vida.
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